La neurociencia remite a todos los aspectos del sistema nervioso, desde su estructura hasta su patología; su estudio conviene para tener un entendimiento mejor de la conducta y la cognición. En particular, la neurociencia cognitiva se concentra en el efecto de los procesos mentales en cualquier manifestación conductual. La materia se ha asociado gradualmente a varias disciplinas del saber humano, entre las cuales destaca el derecho. El término neurolaw fue acuñado por J. Sherrod Taylor en 1991 y, desde entonces, ha servido para analizar el papel del desarrollo neurocientífico en los procesos legales y, concretamente, en la criminología.
El neuroderecho ha sido estudiado por numerosos especialistas en las últimas décadas, con el fin de determinar el ascendiente de la actividad puramente cerebral en el proceder que, de darse circunstancias determinadas, se calificaría de delictivo. Sin duda, la operación deficiente del cerebro, en virtud de factores congénitos o de lesiones, entraña alteraciones en la idiosincrasia y la posible comisión de actos sancionables por la normativa penal. Pese a que esto pueda probarse a través de técnicas sofisticadas, como la resonancia magnética, concluir que toda acción humana está determinada inexorablemente por el cerebro resulta, cuando menos, debatible.
Los artículos reunidos en el número 12 de la Revista Mexicana de Ciencias Penales exploran, desde perspectivas diversas, la génesis y la evolución de la neurociencia como base para la explicación del comportamiento criminoso. Es de notar que hay posturas contrapuestas sobre el tema; por un lado, para un sector de la doctrina es sencillo conformarse con la idea de que la persona carece de libre albedrío y hace lo que su cerebro dispone, a grado tal que se ha pensado en conducir la investigación criminológica y el procedimiento jurisdiccional penal al terreno de la psicofarmacología y la neuropsiquiatría; por otro lado, hay quienes se oponen al determinismo y aseguran que la capacidad de decisión es incompatible con una tiranía cerebral insuperable.
En realidad, no se trata de determinar si el libre albedrío existe o no, sino de dar al lector elementos para reflexionar en torno a una cuestión especialmente relevante para la vida en sociedad. Tan cierto es que laneurociencia no resuelve aún problemas múltiples, como la percepción o la facultad de soñar, como que el poder personal de elegir tiene implicaciones superiores a lo meramente científico. El derecho, y concretamente el penal, se creó en base a la seguridad de que el ser humano es consciente y, por tanto, susceptible de responsabilizarse de sus actos. Conceptos como el dolo, la imputabilidad e, incluso, la perversidad, serían ociosos en un sistema hipotético que penara no a los imputados, sino a sus cerebros y neurotransmisores.
Mientras el progreso científico no pierda de vista a la ética y, sobre todo, a la libertad, pilar esta última de los derechos fundamentales, seguirá allanándose el camino a un futuro mejor. No obstante, cabe creer que esa propia libertad puede corromperse hasta el punto de no retorno, y originar estados de cosas que, tal vez, exigirían acciones que hasta hoy son especulativas. Comoquiera que sea, la divulgación de temas como el neuroderecho, en lo cual el Instituto Nacional de Ciencias Penales ha sido ejemplar, ratifica el compromiso de la academia con el bienestar y la paz sociales.
ÍNDICE
TENDENCIAS ACTUALES
Eric García-López
Neuroderecho en América Latina. El papel del Instituto Nacional de Ciencias Penales
Andrés Felipe Díaz Arana
La culpabilidad más allá de la neurociencia: ¿qué sigue?
Ronald Cárdenas Krenz
Después de la neurociencia, ¿qué nos queda de la libertad?
Aura Itzel Ruiz Guarneros
"Neuroprevención": ¿una alternativa para analizar la reincidencia delictiva?
Jesús Alberto Limeta Meléndez
Una aproximación subjetiva al neuroderecho
CIRCUNSTANCIAS EN LA PROCURACIÓN E IMPARTICIÓN DE JUSTICIA
Gregorio Javier Camacho Espinosa
Neurociencia, criminologíay valoración del riesgo de violencia: aplicaciones en el procedimiento penal acusatorio
Custodia Jiménez
Entre la neurocienciay el derecho penal: breve estudio de las sentencias del crimen de Pioz
Luis Daniel Sánchez Páez
Neurociencia e inimputabilidad en el sistema de justicia penal acusatorio
María José Rosas Carmona, Astrid Medina Quiñones, Nohemí Martínez y Hugo Cruz Llamas
Evaluaciones neurocognitwas a hombres que obtuvieron su libertad
VISIONES PARA EL FUTURO
Alejandro Salinas de León
Sobre la implementación de algoritmos de Machine Learning en las ciencias penales y sus implicaciones jurídicas
Javier Sache García Téllez
El impacto de la neurociencia en el sistema penal mexicano. Una visión objetiva
Christian Eduardo Gutiérrez Amezcua
Derecho penal y neurociencia