En esta obra, la penología es tratada como una ciencia fáctica que estudia el control social y la reacción que producen personas o conductas percibidas por la colectividad como dañinas, peligrosas o antisociales.
La reacción social está considerada como un fenómeno biopsicosocial que puede tomar múltiples formas: comunitaria, religiosa, política, ideológica y jurídica.
El libro privilegia el análisis de la reacción jurídica, y en particular la penal, por ser la más drástica y mejor estructurada, pues tiene un impresionante aparato de coerción y represión (policías, jueces, jurados, fiscales, ministerios públicos, carceleros, verdugos, abogados, testigos, peritos).
El autor expone las teorías que explican (y, en su caso, justifican) la reacción penal; y presenta un enfoque diferente al distinguir entre punibilidad, punición y pena.
También revisa las modalidades de la reacción penal, desde las medidas de seguridad hasta el catálogo de penas: muerte, prisión, pecuniarias, corporales, laborales, infamantes, centrífugas, que demuestran la inagotable imaginación humana para producir sufrimiento, y las limitaciones para encontrar formas alternativas de control social.