Los amigos imaginarios andan siempre por ahí. Cuando hay mucha gente, se asustan un poco y quedan quietos en su lugar. Adoptan formas de objetos comunes: tijeras, dedales, lámparas, gomas de borrar. De esa manera pasan inadvertidos. Y nadie se da cuenta que están donde están. Luego, cuando no hay algo sospechoso alrededor, vuelven a ser como siempre. A veces, se ponen a contar cuentos. Unos son más conversadores que otros. Pero todos te entienden, aún sin hablar. También pueden quedarse en silencio? Mirando. Y escuchan todo lo que hay para escuchar.