SINOPSIS
Nacida a principios del siglo XX, doña Juana fue la menor de doce hermanos. Ella vio morir a sus bisabuelos, a sus abuelos (los padres de sus padres); poco a poco a sus hermanos, a los esposas y esposas de sus hermanos, a sus primos y primas y a algunos de sus tíos y tías. Luego se quedó rodeada de sus hijos y de los padres de las esposas o esposos de sus hijos, de sus nietos y de sus bisnietos. Aún en el siglo XXI ella pudo lotificar la vieja hacienda de sus abuelos para repartirla en partes iguales entre sus hijos e hijas de modo que cada uno pudiera construir su propia casa para sus nietos, dejando la vieja casa como museo de aquella gran familia. Es interesante cómo la libertad personal se pierde con la muerte y, con la muerte, tarde o temprano, a todos alcanza una realidad. Se pierde la vida, pero nunca los derechos. Por eso doña Juana, con 99 años y empezando el siglo, pudo repartir y dejar el derecho de sus bienes que heredó de sus padres y de sus abuelos a sus hijos y nietos. El hecho de que todas las personas vivimos muchos años; el hecho de que, durante esos muchos o pocos años que vivimos producimos cosas, construimos empresas, dejamos una familia con hijos y nietos; el hecho de que todos y cada uno hemos de morir, nos exige pensar el Derecho, estudiar el Derecho y ofrecer una respuesta al Derecho que protege nuestros derechos durante la vida y las relaciones con otros y permanece con la muerte, después de la muerte y a lo largo de la muerte de muchos. Gisela nació de parto natural cuando su madre empezó a sentir los primeros dolores en el hospital. Cuando nació, se encontró con la mano mojada de un doctor que le dio su primer golpe en la nalga para que empezara a respirar por ella misma. El médico tomó a la niña, cortó el cordón umbilical, la bañó y la entregó llorando por primera vez a su madre. En óptimas circunstancias, todos los niños nacemos con, por lo menos, la compañía de la madre y otro. Es posible nacer sin la ayuda médica o con la ayuda de una partera. Es posible que, en ese momento, sólo esté la madre. También es posible que con la madre esté el médico, una o dos enfermeras, el padre, una tía, una hermana mayor o su esposo. En fin, es posible nacer sólo o muy acompañado. También es posible que una madre de a luz y deje al niño abandonado. Es posible que lo regale a otra mujer que lo haya pedido; que lo deje fuera en el corredor de una casa, que muera como consecuencia del abandono o que la persona que lo recoja sea mejor que la madre que lo abandona. Hoy es muy común que esa criatura humana sea eliminada en el mismo vientre de su madre. Para tranquilizar la conciencia, algunos llaman a este modo, interrupción del embarazo, como si el aborto fuera un cambio de muda o un cambio de planes de viaje. Algunas personas matan a los hijos apenas nacen (infanticidio). El futuro de una persona puede ser muy incierto o claro. Al final, la vida del otro depende de los demás. Pero veamos. Si encontramos un perrito en vez de una niña, es posible que lo dejemos en una jaula, en el patio, encerrado y privado de libertad. De cualquier modo, el perrito sigue siendo perrito. En cambio, Gisela posiblemente se muera en ese estado. Si al perrito se le da agua y carne, sobrevive bebiendo y chupando. Tal vez Gisela igual aprenda a beber, chupar y sobrevivir. El perrito puede pasar toda la vida bebiendo, chupando y enjaulado sin que le pase nada. Gisela, conforme va creciendo, va pensando, va hablando, va expresándose, va analizando la situación, va tomando decisiones, va haciendo ejercicio de su libertad conforme va haciendo ejercicio de su inteligencia y de su voluntad. El perrito puede ir conociendo a todos los de la casa y puede hacerse amigo de todos, sin que comprenda la razón de la amistad. Gisela puede ir conociendo a los demás pero, además, puede no conocer lo que conoce, puede conocer a quién conoce, puede ir distinguiendo a cada uno de los distintos sujetos que va conociendo y tiene la capacidad de comunicarse, especialmente, la capacidad de llegar a hablar. Posiblemente, el perrito juegue con lo que encuentre. Gisela, al igual que el perrito, puede ir jugando con lo que encuentre pero, a la vez, Gisela construye, crea, produce y empieza, sin proponérselo, a utilizar los objetos, crear de un objeto otro, aprender el lenguaje, las señas, expresarse, comunicarse, hablar, pedir y hasta abrir la jaula, salirse de la misma, caminar e irse del lugar. Posiblemente Gisela no encuentre dentro de la jaula la mejor educación, el mejor lenguaje, las mejores formas de comunicación y, posiblemente, no llegue a ser una persona culta, conocedora de la historia, del mundo, del universo. Pero cualquiera que llegue a conocer a Gisela y al perrito un año después podrá comprender la diferencia entre libertad y Derecho y la necesidad del Derecho desde el ejercicio de la libertad, cosa que nunca hará el perrito. Tal vez no podamos decir qué derechos tiene Gisela o que a Gisela se le han denegado sus derechos. Pero es claro que Gisela expresa, desde esa jaula, su inteligencia, su voluntad, su libertad, su capacidad de razonar su situación, su raciocinio, su entender y entenderse y su comprender. De hecho, el perrito puede expresar cariño, atención y relaciones, mientras que Gisela puede expresar amor. No podemos experimentar con un ser humano. Pero sometido el humano al mismo trato de un animal, es una realidad que con el tiempo el animal y el humano procederán de modo distinto porque son naturalmente distintos.
INDICE:
ACERCA DEL AUTOR
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I ¿Para qué el Derecho?
1.1 Primero el Derecho
1.2 ¿Cuándo tengo un Derecho?
1.3 Empezar por la libertad
1.4 El derecho es el límite de la libertad
1.5 Persona y libertad
1.6 Persona libre
1.7 Persona libre en sociedad
CAPÍTULO II Persona humana y libertad humana
2.1 Persona y libertad
2.2 Libertad y libertades
2.3 Persona humana y soledad
2.4 Persona y sociabilidad
2.5 La persona humana individual
2.6 La persona humana social
2.7 Las virtudes de la persona social
CAPÍTULO III Libertad y sociabilidad
3.1 Sociedad y libertad
3.2 Derecho como libertad
3.3 Libertad como privación de libertad
3.4 Necesidad de las fuentes
3.5 Libertad desde la sociabilidad natural
3.6 Libertad y migración
3.7 Unidad y diversidad
3.8 Igualdad y desigualdad
3.9 Libertad y diversidad
CAPÍTULO IV Libertad y responsabilidad
4.1 La libertad exige responsabilidad
4.2 La libertad exige obligaciones
CAPÍTULO V . Persona humana y Derecho
5.1 Derecho, límite de la libertad
5.2 ¿Qué es Derecho?
5.3 Derechos y libertades
5.4 Derecbos sin libertad
5.5 Libertades sin derecho
5.6 Derechos sin derecho
5.7 Libertades sin libertad
CAPÍTULO VI
Derecho e ideología
6.1 Derecho y poder
6.2 Derecho natural
6.3 Derecho positivo
6.4 Principios generales del derecho
CAPÍTULO VII Libertad humana y derechos humanos
7.1 Concepto de derechos humanos
7.2 Derechos humanos en algunos tratados
7.3 Derechos humanos y garantías
7.4 Derechos humanos y principios hermenéuticos
7.5 Derechos humanos y proceso penal
7.6 Derechos humanos y garantías civiles
7.7 Derechos humanos y garantías procesale
CAPÍTULO VIII Fuentes del Derecho
8.1 Fuentes materiales
8.2 Fuentes formales
CAPÍTULO IX Estado y Derecho
9.1 Autoridad humana
9.2 Sociedad y estado
9.3 Función administrativa del estado
9.4 Función jurisdiccional del estado
CAPÍTULO X Ramas del Derecho
10.1 Libertad humana y desarrollo personal
10.2 Ramas del Derecho del Estado
10.3 Ramas del derecho de las personas
EPÍLOGO
BIBLIOGRAFÍA
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