Junto con la aparición gradual y creciente de fármacos y tratamientos biológicos para controlar las enfermedades inflamatorias crónicas, la infecciones y el cáncer, entre otras, se ha podido observar un incremento de manifestaciones clínicas por hipersensibilidad y reacciones adversas a los medicamentos. Cada vez más los pacientes son tratados con fármacos cuyas pequeñas moléculas son particularmente inmunogénicas y con capacidad alergénica para promover mecanismos de hipersensibilidad.
La hipersensibilidad a los medicamentos constituye un importante capítulo de la alergología. En este tópico se incluyen las reacciones adversas a medicamentos que comprenden un amplio espectro de reacciones de hipersensibilidad, con mecanismos heterogéneos y variables formas de presentación clínica. La Organización Mundial de la Salud define las reacciones adversas a fármacos (adverse drug reactions, ADR) como cualquier daño inexplicable e indeseable que ocasiona un fármaco administrado en las dosis habituales usadas para prevención, diagnóstico o tratamiento. Las ADR pueden observarse tanto en pacientes ambulatorios como en quienes están hospitalizados. En un metanálisis de ADR en pacientes hospitalizados en un estudio prospectivo, el 15,1% de los pacientes presentaron ADR durante su hospitalización y 6,7% sufrieron ADR de especial gravedad. En un estudio de cohorte, prospectivo, de 4 semanas, realizado con pacientes ambulatorios en atención primaria de la salud, el 25% de los pacientes comunicaron ADR, 13% de los cuales fueron graves. Lamentablemente, no hay suficientes estudios epidemiológicos que permitan disponer de mayor precisión sobre la verdadera prevalencia de la hipersensibilidad a medicamentos en distintas edades de la vida. En el niño y el adolescente, la presencia de hipersensibilidad a medicamentos es de menor trascendencia que en el adulto. Sin embargo, en la enfermedad fibroquística, el uso frecuente de antibióticos suele generar reacciones adversas, en algunos casos de características graves.
El gran tema es determinar qué fármacos pueden desencadenar reacciones de hipersensibilidad con mayor frecuencia que otros y establecer el riesgo frente a cada situación. Desde el punto de vista teórico, cualquier fármaco puede causar reacciones de hipersensibilidad. Sin embargo, los medicamentos involucrados con mayor asiduidad en estas reacciones son los antiinflamatorios, los antibióticos y los antiepilépticos. El riesgo de hipersensibilidad y la gravedad de las manifestaciones clínicas dependen, sin embargo, de la predisposición inmunogenética, de la dosis, de la frecuencia de la exposición, de la ruta de administración, de la duración de la exposición, del sexo (más frecuente en las mujeres) y de otros factores de menor importancia.
La hipersensibilidad a medicamentos es un reto para el médico práctico y para las especialidades involucradas en el tema. La complejidad de su manejo incluye la particularidad que le imprime cada fármaco a su respuesta anómala y no deseada, de la complicada temática vinculada al diagnóstico –in vivo e in vitro–, según cada caso, y de la falta de acuerdo, que la ciencia médica no ha podido superar en los últimos años, en relación con la seguridad para cada paciente frente a la necesidad de utilizar un fármaco de primera línea en determinadas patologías.
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