Es sorprendente el cambio radical que se ha dado el sistema de justicia penal, el sistema penal acusatorio dignifica el litigio y el proceso penal debido a que integra toda una serie de formalidades y normas disciplinarias que con el paso del tiempo se habían perdido en el sistema anterior. Verdaderamente me impactó el llegar a una sala de juicios orales donde fui atendido con amabilidad por personal de seguridad, me encontré con un lugar limpio, ordenado, quedé absorto, tanto que no sentí el tiempo; al llegar y tomar asiento observaba cómo, poco a poco, ingresaban otras personas a la sala donde en punto de la hora apareció por la puerta un auxiliar del sistema quien dio indicaciones y normas disciplinarias precisas respecto del comportamiento a observar ante esa autoridad. ¡Fue impactante! y entendí que estaba en el camino correcto. Hoy por hoy, la reforma me hace creer en un sistema justo e imparcial al escuchar a un juzgador notablemente preparado, imponente y que con toda educación verdaderamente hizo algo que pocas veces había sido posible observar en décadas, la labor paralela de administrar justicia y en estricto apego legal, es decir, en un solo momento encontré en el mundo real el ideal constitucional, la legalidad y la justicia en un mismo tiempo y lugar. Este sueño al que todo ser humano aspira es producto de una labor conjunta entre órganos del Estado y litigantes, por ello el control de legalidad de la detención es la punta del iceberg que conforma el sistema penal acusatorio mexicano Deseo expresar mi reconocimiento a todos los que hoy formamos parte de esta reforma visionaria haciendo grandes esfuerzos personales y profesionales, desde el magistrado de la salas de apelación, hasta el último integrante de las áreas de control administrativo, pues hoy, hombro con hombro, litigantes y personal del Poder Judicial, soportan el gran peso de forjar credibilidad en la justicia mexicana. A los jueces de control que hoy llevan sobre sus hombros la pesada carga de administrar y velar por la imparcialidad en los procesos mi reconocimiento absoluto, por ser garantes del Debido Proceso y protectores de los derechos fundamentales, particularmente la preservación de la dignidad humana, el máximo anhelo de que es el valor fundamental de un ser humano que una vez que enfrenta un proceso muy por el contrario de haber perdido todo, inclusive la libertad, ha ganado un lugar en cada etapa procesal, en cada resolución y en cada momento en que participa frente al juzgador. A los litigantes privados, públicos y al propio Ministerio Público que enfrentan el principio de publicidad sin temor a ser juzgados o vanagloriados por quienes les escuchan, algunas veces vitoreados y otras juzgados por el mayor Juez del sistema, los ciudadanos mexicanos. Esta obra explica en profundidad el tema del control de legalidad como pilar del ejercicio de la acción y abre las puertas del proceso, defensores, acusadores y asesores jurídicos son garantes del debido proceso. Es práctica común alterar los hechos para conseguir los resultados deseados, si se trata del que acusa acreditando una flagrancia donde jamás la hubo, si es la defensa aportando pruebas manipuladas de una coartada, pero no olvidemos que más tarde la naturaleza del sistema acusatorio dará la razón a quien la tenga. El lector encontrará temas torales como las hipótesis de flagrancia y los recursos procedentes ante una resolución que califique o no de legal la detención en la audiencia inicial. Mi más sincero agradecimiento querido lector y estudioso del Derecho por haberme dado la oportunidad de formar parte de su vida académica.

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