Durante años, el sistema penal mexicano ha relegado a las víctimas a un papel secundario, cuando en realidad son el eje mismo de la justicia. Este libro surge de una preocupación persistente: la falta de una adecuada comprensión y aplicación de los derechos de las víctimas y ofendidos en el proceso penal acusatorio, particularmente en lo relativo a la reparación integral del daño.

Con un enfoque crítico y propositivo, el autor analiza el funcionamiento de las Comisiones Federal y Estatales de Víctimas, el papel de los asesores jurídicos de víctimas y los mecanismos procesales para el control de la acción penal. A partir de una experiencia directa en audiencias, litigios y capacitación, expone los errores comunes que persisten en la práctica forense, así como las omisiones institucionales que obstaculizan el acceso efectivo a la justicia.

La obra ofrece herramientas teóricas y técnicas para que los operadores jurídicos comprendan y ejerzan con eficacia las potestades procesales de la víctima, desde la coadyuvancia hasta la acción penal particular o privada, y propone estrategias para transformar los bienes asegurados y la extinción de dominio en recursos destinados al Fondo de Víctimas, evitando así que la reparación dependa exclusivamente del presupuesto público.

Este libro es una llamada urgente a replantear el rol de las víctimas en el proceso penal: no como espectadoras, sino como verdaderas titulares de derechos, con voz, acción y poder dentro del juicio.